Los grandes genios militares se han caracterizado siempre por cuatro elementos en
común: táctica, capacidad de mando, incidencia histórica y estrategia. Táctica tiene que ver con los movimientos y
soluciones para ganar batallas, el mando con el talento del líder para guiar y
motivar a sus tropas mientras que dejar huella en la Historia y tratar de
cambiar su curso es otro elemento clave. Pero cuando se analiza la estrategia hablamos
de palabras mayores. Se trata de que con
inferioridad numérica en muchos casos, se lleve a las tropas hacia la victoria
final en cualquier guerra. Y en esto anda
el Atlético ahora.
Si el año pasado se explotó a Diego Costa como punta de lanza, la estrategia a balón parado esta temporada
como complemento, podría traducirse en éxitos todavía mayores. Y veo que desde muchos
medios y aficiones rivales se ningunean nuestras victorias aunque en mi opinión,
el mérito es doble por dos razones. La primera es que consigues liberar presión
en aquellos nuevos jugadores que están llamados a materializar las
oportunidades que se presenten. Y la segunda pero no menos importante: trabajo
inmenso cada semana para que partiendo de una situación estática y de igualdad,
los rivales no sean capaces de contrarrestar este tipo de juego. Porque a balón
parado es más fácil defender por mucho que nos digan, aunque el Atlético se
encargue de desmentir esta teoría partido a partido.
Así que oídos sordos a la prensa madridista cuando sigan con su patética crítica encubierta a
los goles de estrategia y estemos orgullosos de este nuevo capítulo de fútbol total llevado a cabo por el Glorioso.
¡¡¡Forza Atlético!!! ¡¡¡Aplasta Atleti!!!
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