Lástima de derrota la sufrida en el Vicente Calderón frente al Villarreal ayer. Un equipo que esta temporada nos tiene cogida la medida a pesar del buen partido del Atlético. El encuentro fue casi un monólogo colchonero pero los castellonenses se llevaron el gato al agua en una jugada aislada, previo aviso. Partido muy parecido y con idéntido resultado, también, al disputado hace dos temporadas con gol de Vietto tras otro contragolpe.
El partido tuvo varias lecturas y una fue la falta de acierto en la portería rival. Pero la efectividad frente el Español una jornada antes fue máxima ya que bastaron únicamente dos oportunidades para transformar una de ellas. Si analizamos detenidamente el cómputo total, lo más justo hubiese sido el empate contra los pericos y ayer más de lo mismo para compensar el gol del Villarreal. En ese supuesto escenario, la sensación no sería tan negativa como la provocada por la derrota de ayer, aunque sólo se habrían conseguido dos puntos por los tres obtenidos frente a los catalanes. Mi lectura entonces deja de ser tan negativa.
Pero quiero destacar, en mi opinión, lo más positivo de este choque como fue la alineación de Nico Gaitán. Un jugador que hay que ver detenidamente y no quedarse únicamente en el mano a mano fallado (precioso desmarque, por cierto). El argentino seguramente está pasando por su vía crucis para adaptarse al exigente sistema de Simeone como le sucedió a Saúl , Yannick Carrasco, o al mismísimo Antoine Griezmann. Lo que si puedo afirmar con total seguridad es que tiene un guante en su zurda, su conducción con la pelota pegada a los pies es prodigiosa y aunque no lo parezca, desbordará con facilidad cuando recupere la confianza.
Las estadísticas no engañan. En el Benfica era la estrella con 10 goles y 20 asistencias en la temporada 15-16 liderando el argentino al equipo hasta hacerle campeón por tercera vez en la liga portuguesa, obtener varias copas (7), además de un apertura y una recopa sudamericana con Boca. El problema es el salto cualitativo que ha tenido en su carrera donde la adaptación al equipo colchonero le está costando más tiempo del normal. Sin embargo, sigo confiando en su explosión como el supercrack que es. Creo además que con la lesión de Carrasco, el destino le ha puesto en bandeja una gran oportunidad, que estoy seguro sabrá aprovechar en este final de temporada.
Se trata de fútbol, liderazgo y ganar, y Nico Gaitán de eso sabe como el que más. Confíen en él.
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