Casi recuperado de la derrota ante el Barcelona en Copa donde uno no está acostumbrado a ver entregar la cuchara con toda una
segunda parte por delante (¿Quién dijo que soñar no es posible?), llega otro derbi liguero ante el eterno rival.
Doy por buena la derrota si ha servido para sacar cosas
positivas, como afrontar un planteamiento distinto ante el Barcelona para el
partido de vuelta en liga o un posible cruce en Champions, o bien, limitarse a
seguir jugando al fútbol incluso ante un penalti de libro o una falta a favor
no pitada. Y las botas en su sitio, por favor.
Y como la canción de Julio Iglesias, la vida sigue igual. Ya
se ha empezado a lanzar desde varios frentes la idea maquiavélica de que el Atlético
es un equipo violento y que inexplicablemente tiene el favor arbitral al no ser
expulsados más jugadores atléticos en
los partidos frente al Madrid. Y a mí que me gusta hacer memoria,
recuerdo todavía la patada voladora de Cristiano en la cara de Gabi o el puñetazo
a Godín, los pisotones y patadas a traición de Arbeloa, los mocos de Pepe o la
entrada sin balón de Isco más reciente con coro del Bernabéu incluido. Muy
típico en el madridismo y equipos que se sienten perdedores seguir viendo la
paja en ojo ajeno y no la viga en propio.
Aun así, diré que el Madrid al venir diezmado (sería escandaloso que quitaran la tarjeta a
Marcelo cuando sí tocó al jugador del Sevilla), será más peligroso que nunca
por lo que el Atético debe ser inteligente en su planteamiento. Intuyo además
que el árbitro no ayudará y en la duda se decantará por favorecer a los blancos.
Mucho corazón para este encuentro pero
por favor, mucha cabeza y sangre fría por parte de los nuestros.
Y sí la cosa se da bien, sin ningún tipo de miramiento y a machacarles con nuestro fútbol. Repetir
título liguero es más que posible.
¡¡¡Forza Atlético!!!
¡¡¡Aplasta Atleti!!!
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