Pocos lo esperábamos pero el Atlético de Madrid perdió con justicia en Balaidos. Un Celta de Vigo que en mi opinión, bordó por momentos el fútbol. Por cierto, ya nos avisó en el partido de ida donde empatamos y algo parecido le sucedió al Barcelona que sucumbió ante el genio Nolito en el Camp Nou.
Sin duda que este enfrentamiento ha sido el típico partido trampa cuando lo analizas fríamente. Una hora inadecuada, extra motivación del rival ante la gran victoria colchonera una semana antes, importantes bajas como fueron Ardá, Koke o Raúl García, más la lesión de Tiago en los primeros minutos y sobre todo, pensar quizás que se puede resolver el partido con una jugada aislada y para casa. ¡Cuánto puede llegar a debilitar el halago y yo el primero!
No voy a criticar a estos jugadores porque sinceramente, nos han dado tanto que cualquiera puede tener un mal día en el trabajo. Y es lo que creo que pasó contra los vigueses. Ahora bien, lo que tengo muy claro es que nunca debemos perder nuestra seña de identidad y ésta pasa por apretar al rival desde el primer minuto. A partir de ahí, podremos ganar o perder pero al menos, se habrá hecho el mínimo exigible y necesario para poder optar a la victoria.
Posiblemente esté equivocado pero la primera parte ante el Celta ha sido la peor en la temporada. Incluso peor que la del partido frente al Barcelona en liga. Aun así, siempre digo que lo positivo de estas situaciones es extraer las conclusiones oportunas y los análisis certeros para que en la medida de lo posible, una derrota así no vuelva a suceder.
Díficil semana aunque ánimo a todos los atléticos porque estoy seguro de que el equipo se repondrá y nos seguirá dando enormes alegrías en los próximos meses.
¡¡¡Forza Atlético!!! ¡¡¡Aplasta Atleti!!!
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