miércoles, 16 de marzo de 2016

DALE ALEGRÍA, ALEGRÍA A MI CORAZÓN...






Trato de reponerme todavía del emocionante pase a cuartos acontecido ayer en el templo rojiblanco con la ayuda de una afición entregada y liderada brillantemente por el Frente Atlético. Partido trampa planteado por los holandeses donde una línea de cinco defensas impedían la progresión de la dupla ofensiva formada inicialmente por Carrasco y Griezmann. Una primera parte además donde los nuestros se mostraron imprecisos y que bien nos pudo costar el gol en contra. 

Pero dicen que rectificar es de sabios y así lo hizo el mago argentino. Si hay un jugador que necesita espacios para dar lo mejor de sí, ése es el interior belga. Así que Simeone optó por quitar a Augusto, sacar a Torres para fijar a los centrales y retrasar a Carrasco para verse libre de marca y así poder ganar línea de fondo con su desborde. Movimiento magistral donde se vieron los mejores minutos del Atlético aunque desgraciadamente no pudo llegar el gol. La siguiente variación fue quitar al belga y sacar a Kranevitter que permitió un mayor control del centro del campo y evitar definitivamente situaciones de peligro por parte del PSV.


Quiero destacar este hecho porque en mi opinión, hubo un duelo crucial también en los banquillos. Porque Cocu y el PSV plantearon la eliminatoria para ganarla en el Calderón haciendo un partido de vuelta a lo "Atlético". Y ahí radica la diferencia con la temporada en la que alcanzamos la final de la Champions donde los oponentes nos jugaban al ataque sin pensar que nuestros puntos fuertes radicaban en la defensa, presión y salida al contraataque. 

Los equipos hoy conocen bien nuestra forma de jugar. Pero lo que no han sabido contrarrestar todavía es el sacrificio hasta la extenuación y la fe en la victoria de un grupo de futbolistas que se comportan ya como auténticos veteranos en el campo. Todo esto se traduce en una fortaleza defensiva adquirida en los últimos años que aun en  los peores momentos de juego, de nada le sirve al contrario, mientras que a los rojiblancos  les permite reponerse para acabar doblegando al rival. Esto desquicia, desmoraliza a cualquiera. 


Lo expuse en mi anterior post. La mejor inyección de adrenalina y confianza para el resto de temporada sería ganar por tercer año consecutivo al Madrid en su estadio. Vía libre para soñar pero siempre con los pies en el suelo. Jugamos una final este sábado en Gijón.  

¡¡¡ Forza Atlético !!!       ¡¡¡ Aplasta Atleti !!!   


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