He asistido a multitud de partidos en el Vicente Calderón viendo derrotas de todo tipo: con equipos grandes y no tan grandes, en segunda y en primera, copa del Rey o Europa. Pero la del Villarreal ha sido de lejos, la más dolorosa con mucha diferencia. Porque ver a un estadio con la afición enfrentada es la antesala para el mayor de los fracasos.
El pilar más importante del Atlético de Madrid es su afición. Ni los mejores jugadores, presidentes o entrenadores han sido tan importantes en la historia del club. Porque el Madrid o Barcelona se pueden permitir tener un público que anime menos porque la calidad de sus jugadores suple con creces ese factor fundamental. Pero si ahora nos da por tirarnos los trastos a la cabeza, el edificio puede venirse abajo. Lo acontecido este pasado domingo, es un aviso de lo que puede estar por llegar si mantenemos esta situación tan lamentable.
¿Qué demanda ahora la grada de fondo sur? ¿Cómo quieren que el resto del estadio siga reconociendo su impresionante labor cuando animan y tiran del carro con sus cánticos? ¿Es más importante mantener su orgullo intacto a pesar de que los jugadores les necesiten? ¿Deben pedirles éstos públicamente que por favor cambien la actitud y se adapten a este nuevo escenario? ¿Aceptarán de buen grado, cuando vean a nuestros rivales y la mayoría de la prensa deportiva, radios o televisiones frotándose las manos ante esta división?
Pues yo públicamente pido a todos los componentes de esta grada, que vuelvan por sus fueros intentando respetar las nuevas reglas. Si siguen amando realmente los colores rojiblancos, que cedan y todos volveremos a disfrutar de ese ambiente tan especial en el Calderón. Yo, desde esta humilde tribuna, seguiré poniendo mi granito de arena para ayudar al Atlético de Madrid en lo pueda con el fin de que se mantenga como uno de los mejores equipos del mundo.
¡¡¡Forza Atlético!!! ¡¡¡Aplasta Atleti!!!
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