Este domingo juega mi Atleti. Lo hace frente al todopoderoso
Real Madrid. Frente al equipo de los 500 millones de presupuesto, de la increíble
y mediática BBC, de los Modric y Alonso, de la defensa inexpugnable liderada
por el mejor central del mundo, en definitiva, frente al mejor equipo de la
historia reciente.
Termino de comer pronto y me dirijo hacia mi querido Vicente
Calderón para vivir el ambiente previo. El estadio no puede lucir mejor, el
lleno está asegurado. Pero la afición presiente que hoy no será nuestra tarde.
Que el Madrid es mucho Madrid porque se juega dejarnos a seis puntos y eso es
demasiado para nosotros. Solo un milagro puede hacer que lleguemos incluso a
empatar. Angeloti, ese entrenador italiano tan elegante rompe con la
tradición de los técnicos transalpinos y saca de entrada a Jesé, la nueva perla
blanca, prescinde de Di Maria y por las bandas
alinea a Marcelo y Carvajal, planteamiento ganador.
Pitido inicial. El Madrid empieza golpeando fuerte ya que a
los dos minutos Benzemá ante el despiste de la zaga rojiblanca la enchufa. 1-0
en el minuto 2. A los cinco minutos, internada por la banda de Bale, se la pasa
a Ronaldo y éste de tacón marca el segundo. Los comentaristas enloquecen, el
tacón de Dios dicen. Nada nos sale en el comienzo del partido aunque en un
balón dividido en el centro del campo, Gabi pasa a Diego Costa en profundidad,
se interna en el área con Ramos al cruce y…..falta de Costa por simular
penalti. El árbitro lo ve claro. El
hispano-brasileño ha intentado de nuevo engañarle y éste no duda en
pensar que cuando Ramos mete la pierna es el rojiblanco el que se abalanza sobre
el sevillano. Tarjeta amarilla merecida.
Posteriormente y después de triangulaciones increíbles ante
una parroquia rojiblanca enmudecida, Modric da un pase magistral a Jesé dentro
del área y éste no perdona de balón cruzado ante Courtois. El portero belga nada pudo hacer
puesto que el tiro era imparable. 0-3. Los atléticos, impotentes, no dejan de
hacer falta a los jugadores blancos mientras que éstos elegantemente intentan
evitarlas sin caer en la provocación. En
el área rojiblanca, Godín antes del saque de una falta, cae ante Pepe por un
supuesto cabezazo de éste. Tarjeta amarilla por simular de nuevo. Final
de la primera parte.
Al poco de comenzar la segunda mitad, una falta en los tres
cuartos de campo del Atleti, es sacada inteligentemente por Alonso que pasa a
Bale y éste de zurdazo increíble desde unos 35 metros envía el balón a la
escuadra de Courtois que nada puede hacer. El tiro se demuestra posteriormente
que cogió una velocidad máxima cercana a los 130 km/h, superando en 25km/h el
logrado ante el Granada en el feudo blanco. Todo el mérito del galés.
El Atleti ya desesperado y buscando el gol del honor,
consigue hilvanar una jugada en el centro del campo y pasársela a Costa, que en
carrera consigue superar a su marcador pero vuelve a tirarse cuando se dispone
a encarar la portería. Tarjeta amarilla de nuevo y a la calle. Finalizando ya,
Juan Fran hace una feísima entrada al tobillo del ariete francés. Falta
escorada a 15 metros del área rojiblanca que Cristiano Ronaldo se encarga de
enchufarla por toda la escuadra sin que Courtois de nuevo pueda hacer nada para
evitarlo. Termina el partido. El balance no puede ser más desolador. 6 tarjetas
amarillas y una roja para los jugadores atléticos con un 0-5 en el luminoso y
un arbitraje modélico. El Real Madrid, con su estilo señorial y buscando
siempre la excelencia y el juego limpio, se lleva el partido de nuevo dando una lección magistral
de fútbol. Al fin y al cabo, piensa el aficionado atlético, nos cuadruplican el
presupuesto y es normal que estas cosas pasen.
Entran
los primeros rayos de sol por mi ventana. Suena el despertador…hoy nos jugamos
el liderato de la liga.
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