Mucha controversia ha habido durante estos años acerca del merecimiento o no del Balón de oro para los Messis o Cristianos de turno. En mi opinión, al menos dos de ellos han sido injustamente otorgados teniendo en cuenta los méritos de otras estrellas como el bueno de Andrés Iniesta el año que ganamos el Mundial de Sudáfrica o Ribery la temporada que el Bayern logró el triplete. La revista francesa tiene esas dos espinitas clavadas con total seguridad.
Pero echando la vista atrás y desde mi humilde opinión, para mí el Atlético de Madrid debería haberse llevado dos Balones de oro en 1996 de la mano de Milinko Pantic (Doblete histórico y primeros de grupo en la liguilla de la Champions previa a la disputa de los octavos de final) y en el 2014 con el hispano brasileño Diego Costa, protagonista absoluto en la obtención del título liguero y en el extraordinario rendimiento durante toda la Champions llegando a la final.
No tengo ninguna duda y así lo he mantenido siempre, que la continuidad del francés en el cuadro colchonero para la próxima temporada pasaba obligatoriamente por la obtención de un título europeo durante el año, como así aconteció. Si a eso le unimos una participación individual estelar tanto en semifinales como en la final y el segundo puesto del equipo en liga, las opciones del francés para ganar el galardón de la revista France Football siguen intactas.
Como complemento a lo anterior, un gran protagonismo en el mundial de Rusia pudiendo quedar la selección francesa en los primeros lugares y sobre todo, que el Atleti venciese al Madrid en la supercopa de Europa a disputar en Tallin (Estonia) con, de nuevo, una participación decisiva del delantero francés, el favorito para romper el duopolio de los últimos 10 años y llevarse el trofeo sería sin lugar a dudas Antoine Griezmann.
Pensarán muchos atléticos que los premios individuales no están a la altura de los colectivos pero este Balón de oro del 2018 podría situar también al Atlético de Madrid como uno de los equipos más queridos, seguidos y apoyados. Un reconocimiento además a la labor de un cuerpo técnico, compañeros, directiva y afición tan necesarios para seguir creciendo y asentarse de manera definitiva en la élite futbolística mundial. Y solo por ver las caras de madridistas y culés, el aliciente es doble.
Yo desde este momento, apoyaré a la selección francesa también deseando una ansiada final contra España y ahí, que pase lo que tenga que pasar.
¡¡¡Viva España y Allez les bleus !!!
Forza Atleti
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