LA PANTERA HERIDA

He querido que pasen un par de días para analizar la final del Lisboa con una perspectiva diferente. No con la del corazón sino con la de la cabeza, que suele aportar cuando las cosas se tranquilizan.  Y sé que para la parroquia atlética, el consuelo por no haber ganado la primera Champions se antoja difícil aunque lo voy a intentar.

Primero de todo mi análisis y para que todos los atléticos lo tengan muy claro: el madridismo, a pesar de la décima, sigue escocido. Y a los hechos me remito: Di Maria declarando que si marcaban, el Atleti se “cagaría”; celebración del cuarto gol de Ronaldo quitándose la camiseta y exhibiendo tablet (pobrecillo, no ofende quien quiere sino quien puede); Casillas cantando “que se enteren los indios quien manda en la capital”, gracias Capi por admirar tanto la  creatividad del Frente y por cierto, ya que te ha importado ganar más la décima que tu segundo mundial, tomo nota y esta selección ya es menos mía; Florentino abrazado como un adolescente a José María Aznar en el tercer gol (gracias presidente, ayer lograste que por primera vez, cambiara mi voto a Ciudadanos); interrupción de la rueda de prensa ante todos los medios internacionales por parte de los jugadores madridistas cuando hablaba su entrenador (de vergüenza ajena) y sin embargo, aplauso unánime y espontáneo de toda ella ante la aparición del Cholo Simeone a pesar de su metedura de pata en la provocación de Varane; el nuevo himno de la décima, tan artificial y hortera, que en resumen acaba diciendo “Hala Madrid y nada más” (si quiere el madridismo, acordamos por decreto que todos los aficionados del resto de equipos les apoyen siempre) y por último, nadie con peso y cabeza en el Madrid reconociendo que esta décima es más décima por la grandeza del rival al que se enfrentaban. ¡¡¡Toma señorío Roncero, Miguel Angel Méndez, Rivero (Estudio Estadio), Toro (Telemadrid), Pedrerol y compañía!!!

Y yo me limito a analizar los números que reflejan un  primer medio año de Simeone donde se consiguen Europa League y Supercopa de Europa, el segundo la Copa del Rey en el Bernabéu ante el eterno rival (la herida en el madridismo sigue supurando) y este año la Liga contra los todopoderosos Madrid y Barcelona. ¿Qué les dice esto? Progresión a progresión, título a título,  y si Dios quiere, el año que viene, otro pasito más hacia la excelencia. Porque el Madrid este temporada, ante un rival herido como era el Atlético de Madrid en liga, decidió no ir a por él y dejar que el Barcelona lo rematase pensando que llegaría  más mermado y desmoralizado a la final. Pero no, la pantera ganó la liga y  aunque herida hoy,  lame sus heridas para resurgir con más fuerza en los próximos años. Mientras que siga habiendo esta comunión perfecta entre afición, grada, directiva, cuerpo técnico y plantilla, todos tranquilos.  Ni el periodismo más de bufanda y sectario, salvo contadas excepciones (incluyo a don Siro López, madridista él pero con criterio), podrá con nosotros.

¡¡¡Forza Atleti!!!  ¡¡¡Aplasta Atleti!!!