lunes, 20 de mayo de 2013

LA VICTORIA SOÑADA


Inauguro este blog para hablar de mi equipo y de lo que siento por él. Mi equipo es el glorioso Atlético de Madrid. Y lo hago porque creo que es bueno expresar lo que sentí, siento y sentiré por el club de mis amores. Por el club que en cierto modo, me condiciona la vida, me afecta emocionalmente (casi siempre para bien) y por todo ello, me hace sentir una persona afortunada a pesar de que hay muchas personas que no pueden llegar a entenderlo.

La vida sin pasión no es vida. Es otra cosa. Es un dejarte llevar y no ser consciente de que debemos buscar emociones permanentes, aunque sea comiéndote unas pipas sobre un banco viendo el atardecer.


Y  lo que sentí el viernes 17 de mayo de 2013 desde las nueve y media, hora del comienzo del partido donde se decidía el ganador de la copa de su Majestad el Rey en la edición 2013 hasta el pitido final fue eso, un torrente de pasiones. De la zozobra más absoluta cuando marcó el primer gol Cristiano Ronaldo, pasando por la esperanza en el gol del empate de Diego Costa, por el miedo ante los sucesivas oportunidades del eterno rival, por las lamentaciones sufridas en las varias oportunidades perdidas, por la emoción inusitada ante el segundo gol de Miranda, por la desesperación más absoluta viendo que el tiempo no corría  y por el éxtasis en el pitido final donde se confirmaba la victoria después de catorce años ante el eterno rival y en el escenario soñado.

Solamente aquellos que sienten el Atlético de Madrid como yo lo siento pueden entenderme. No sé que tiene el fútbol pero desde luego hace aflorar lo mejor de mí. La consecución de un título como éste, es una sensación grandiosa, sublime y muy especial al saber que esta vez sí,  que estás en una nube y confirmas que lo imposible puede llegar a suceder. Puede ser una sensación parecida a lo que sientes por esa persona que amas y que a pesar de hacer todo lo posible por captar su atención, no lo logras. Aguantas todo lo aguantable, su mal humor, sus desplantes, en definitiva,  ves que solo se fija en otros que tú consideras superficiales y vacíos,  aun sabiendo que estás haciendo lo correcto. Y cuando crees que ya no hay ninguna posibilidad y que está todo perdido, finalmente, ocurre el milagro y esa persona cae en la cuenta de que tú eres la persona con la que desea estar. Eres el elegido.



Por todo ello , doy gracias a Dios por ser hincha del Atlético de Madrid. Porque me permite vivir la vida con pasión y como he dicho antes, la vida sin pasión es otra cosa.


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