Hoy domingo fui al Vicente Calderón para disfrutar del juego y de una nueva victoria del Atlético de Madrid. Y como yo, estoy seguro de que todos los aficionados allí presentes íbamos a los mismo. Un deporte, un espectáculo, un equipo en definitiva que nos hace vibrar con lo que hace sobre el terreno de juego.
Y aunque suene políticamente incorrecto, soy de la opinión de que el partido frente al Deportivo de la Coruña tenía que haberse celebrado como así sucedió. Porque lo que no consigo entender de muchos medios de comunicación y la LFP es que apoyasen la suspensión del mismo por los lamentables hechos acaecidos y nos enterásemos después de que fue un grupo de personas que se citaron a una hora determinada para agredirse mutuamente. Y yo lanzo las siguientes preguntas: ¿Qué tiene que ver eso con el partido? ¿Da esto derecho a decir tan alegremente en ciertos medios de comunicación que tienen que echar del fútbol a todos los aficionados que componen la grada del fondo sur del Manzanares, identificados en su mayoría como Frente Atlético? ¿Puede ser que este grupo no esté de acuerdo con lo sucedido y simplemente deseen animar a su equipo cada vez que juega? ¿ Y cabe pensar que muchos de los que estuvieron en la reyerta ni siquiera hayan pisado un campo de fútbol y el origen de la misma sea otro?
Pues miren, yo apoyo al presidente Cerezo y a Gil Marín en este trance tan difícil porque es cierto que ellos son responsables de lo que pase dentro del Vicente Calderón y como mucho en sus aledaños, pero desde luego que nada pueden hacer si fríamente se citan grupos de personas para limar sus asperezas horas antes de un partido de fútbol.
Siento profundamente la muerte de esta persona y deseo que este tipo de hechos nunca vuelva a suceder. Pero yo no quiero renunciar a seguir viendo un Vicente Calderón animando y viviendo la magia de entregarse a su equipo, fondo sur incluido, como así aconteció en el último partido de Champions frente a Olympiacos.