La irrupción del español Diego Costa en el panorama futbolístico español ha sido todo un acontecimiento. Y digo bien español porque muchos periodistas deportivos de una tendencia nada disimulada hacia nuestro eterno rival, no dejan de ningunearle y provocar una situación incómoda para el jugador cuando debute con la selección española.
Tengo que decir que Vicente del Bosque no es santo de mi devoción a pesar de todo lo que se ha conseguido bajo su dirección deportiva. Creo honestamente que el trabajo iniciado por Luis Aragonés ha sido la base del cambio de tendencia derrotista de nuestra selección. Pero he de decir que con la inclusión de Costa en la lista de del Bosque, el equipo da un salto de calidad nunca antes conocido. Que es cierto que hasta ahora, carecíamos de ese jugador de carácter, luchador hasta la extenuación, con gol y no exento de una técnica enorme para liderar de nuevo a nuestro equipo a las más altas cotas en el panorama internacional.
El mundial de Brasil será sin duda otra reválida para España. Y qué mejor que tenerla con un jugador nacido allí que haga que la hostilidad hacia nuestro equipo se ve atenuada por esta razón. Para mí, la jugada es maestra y como se suele decir, se matan varios pájaros de un tiro. Carecíamos de un nueve con garantías y ahora lo tenemos, con Diego Costa el equipo podrá tener otras alternativas a las ya exhibidas hasta ahora y que tan bien conocen muchos de nuestros rivales y por supuesto, si tenemos la suerte de cruzarnos con Brasil, el miedo escénico e inseguridad que provocará este jugador en la selección carioca, podrá ser determinante para la victoria final.
Enhorabuena Diego, yo sí estoy satisfecho de que representes nuestros colores en el país que te vio nacer. Ahora te toca a ti demostrar lo que vales.
